viernes, 29 de enero de 2010

Error

Cuando la muerte entra en la vida.
Cuando de a poco va poseyendo los instantes.
Va tomando silente, artera, sinuosa,
avanza corrompiendo la carne desde dentro,
consumiendo, con voraz apetito,
transformando la claudicación en victoria.

¡Ay muerte tracionera!
¡Así no se mata!
He visto tu sádica faz, enamorada…
¡La vida nunca sera tuya,
no te será dada!
Te llevas los despojos,
los retazos, la sangre regalada.
Te conformas con el dolor,
la piel marchita y aterrada.
Y te empeñas en mostrarte,
soberbia… desvergonzada…
agrandándole los ojos al que te lleva
para que no deje de verte
mientras lo acabas.

¡Muerte cobarde!
¡Muerte estúpida!
No sabes nada de la vida
¡Ni de la muerte… nada!
Muerte inútil, muerte confundida


¡Así no se mata!