viernes, 11 de diciembre de 2009

ÉL


¡Mirame!

¡Acá! A los ojos

Lo que vayas a decir

a mi pupila

Endulzate con la salvaje miel

de mi mirada

y hablale a mis ojos sin temores.


No rehuyas la vista,

¡Volvé a mirarme!

No han de dañarte

es mi promesa.


Quiero tus ojos en los míos

y adivinar en el brillo el sentimiento.

Deja que entre ellos se comprendan.


Dejate enamorar,

que ellos te hablen que

te digan de mí, de mis sentires.


¡Mirame Mujer!

Dales permiso.

Ellos sabrán

y si me miran, seguro

que yo también he de saber.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Inaccesible




Suelen abandonarme por amor…

Primero la sorpresa, luego la curiosa
tentación del “¡no puede ser!”,
después la pasión irrealizable.
Un día… o no, la confesión
y más tarde… o más temprano
el adiós.

A veces piadoso,
otras cobarde, silencioso.

Alguna voz… interna o no
da el consejo irrevocable:
¡Dejala…No es para vos!




lunes, 19 de octubre de 2009

Efectos Colaterales


Buenos Aires, Junio 6 de 2029




Mi muy estimado profesor: Espero que al recibir la presente se encuentre bien de salud. (¿Aquellas molestas ronchas ya cedieron?) Le escribo para contarle los adelantos en nuestra investigación. Sabrá usted que desde que se retiró aquel día del laboratorio con fiebre tan alta, progresamos con celeridad. Creo que se aproxima el momento del éxito. El mundo no sospecha que le entregaremos en breve la droga de la felicidad. Solo unos pocos renegados, faltos de visión, podrán discutir nuestros resultados. (¡Nunca faltan!) ¿Qué más puede pedir la humanidad que la garantía de la dicha? Algo que buscó el hombre siempre con ahínco, solo con logros parciales. Nuestra fórmula, que no demorará en su concepción definitiva, permitirá a cualquier ser humano, experimentar la sensación de completa felicidad. Aún debemos conseguir precisión en la dosis, pero el detalle pronto se subsanará. Al respecto le diré que probé en mí, la última versión y los resultados sorprendieron a todo el equipo: El período feliz aumentó en diez minutos en relación a la versión anterior. (Recuerde que en usted duró veinte minutos) y esta vez no sufrí la caída de cabello que le aconteciera a su merced. (solo las cejas en este caso). El edema de glotis solo duró unos sesenta segundos y las pústulas en la espalda no provocaron dolor agudo, sino una ligera comezón. La consabida parálisis en miembro inferior ya no persiste, sino como un vestigio que se rebela en una leve renguera. El hepatograma posterior dio casi bien: los valores que excedían en un treinta por ciento, descendieron al veinte. Bien, Doctor, como verá los progresos nos alientan a continuar. Me voy despidiendo de ud. pues un insipiente mareo me impide ver con claridad estas líneas. Sabe ud. que seguimos incansables en el intento, seguros del inminente triunfo. Agradezco desde ya, a su señora esposa, la lectura de esta carta. (Aún el equipo todo, se lamenta por la pérdida de su vista.) Espero pronto poder transmitirle la noticia tan ansiada de que nuestra maravillosa droga se encuentra distribuida entre la gente. Un cordial abrazo de su discípulo, quien, si no lo aquejara esta tremenda depresión, podría llamarse feliz por completo.


Félix Karma

lunes, 28 de septiembre de 2009

Amplexus


(Gracias Baldomero!)

Harta ya de príncipes fallidos,
de correctos y atildados caballeros…
¡Quiero mi sapo!

Verde…o negro. ¡Hermoso!
De saltones ojos picarescos
y de lengua infinita… infatigable…

Quiero mi sapo para siempre.
Que no cambie y en príncipe se torne.
Que me mire desde su altura sapa
enamorado.
Y su mirada anfibia me devore.
Me hagan suya sus obscenos ojos suplicantes
Y con sus largos dedos me aprisione.

¡Sí! ¡Quiero mi sapo!

Y si lo beso… que quede sapo.
Mi dulce y bello Bufo apasionado.
Quédate sapo vida mía.
que lo que tienes sapo, me ha ganado.

martes, 15 de septiembre de 2009

Gris

Gris la calle,
apesadumbrada y húmeda.

Gris el cielo,
encampotado y turbio.

Gris la tarde,
melancólica y fría.

Pero sonrío
Y la luz de tu recuerdo,
ilumina la calle,
las nubes se tiñen
de rosas y amarillos
Y la tarde se entibia
y se pinta
del color de tus ojos.



Apenas conserva
la melancolía
de que no estés aquí.

martes, 8 de septiembre de 2009

lunes, 31 de agosto de 2009

La Trampa



Se sorprendió a si misma atrapada en su propia trampa. Copiosas gotas de transpiración discurrían por sus sienes, se deslizaban lentamente por su espalda, llenaban las comisuras, hasta caer ruidosamente en el piso. Retumbaban con estruendo en sus oídos. Culpable imaginaba el eco de su sonido estallando en el exterior.
Con la mano que tenía libre luchaba por contener las nuevas gotas de sudor que ya estaban dispuestas a recorrer su cuerpo, empapándola, tornando el suave perfume que eligiera por la mañana en una rara mezcla ácida y repelente.
¡Qué extraña la manera en que se transforman las cosas! Aquello que se inicia como una circunstancia lícita, inocente, puede terminar en una situación asfixiante, torturada donde la culpa vuelve a ser la protagonista.
Esa mañana había salido de su casa como siempre, si se quiere más feliz, decidida a hacer algo por sí misma, a gratificarse.
Ahora se ve frente al espejo y le cuesta reconocerse: los ojos desencajados, el cabello desordenado y húmedo, el maquillaje como una burla dibujando grietas en su rostro empapado por la transpiración.
Con lentos movimientos extrae un pañuelo arrugado de un bolsillo y trata de borrar los rastros de pintura, que ahora se mezclan con las lágrimas.
Un patético collage transfigura su expresión que de repente se vuelve risa histérica. Tan solo por unos segundos después de los cuales las lágrimas pueblan sus ojos y se rinde, arrojando el pañuelo al piso. Recién en ese momento da paso a la bronca y el llanto cesa...
Aquí está, inmovilizada, manteniendo un precario equilibrio, ladeando el cuerpo para no caer, aunque concluye que esto es imposible debido a las dimensiones del recinto en el que se encuentra.
Sus pies descalzos sienten el frío que sube desde el mosaico y no termina de comprender porque sus glándulas, aún así, insisten en seguir transpirando. Quizá ayuda para ello, el foco que apunta directamente sobre ella. Ese calor la abraza y la transporta a lugares imaginarios plenos de desasosiego. Vienen a su mente imágenes de rojos intensos mezcladas con pinceladas azules. Llamas danzantes que acarician su contorno.
Además esa presión... La sensación inequívoca de que la piel se hunde y empuja los músculos, que a su vez aprisionan los huesos.
Y otra vez las preguntas: ¿Qué búsqueda macabra impulsa a repetir la misma estupidez? ¿Por qué se vuelve a caer una y otra vez en la misma trampa?
Sin respuestas para sus interrogantes, el tiempo transcurre, indiferente a la angustia y la desolación.
De pronto oye voces que se aproximan. Tiene la certeza de que están hablando de ella, y probablemente vienen a buscarla.
Reconoce una de las voces. Pertenece a la mujer que la condujo donde se encuentra. Solo recuerda que se trata de una muchacha joven, de figura espigada, enfundada en ceñidos pantalones, de ojos inanimados y mirada traicionera.¡Maldita sea! Ya casi está aquí de nuevo.
Debe tomar una decisión antes de que lleguen hasta ella: pedir ayuda o zafar por las suyas.
Toma la determinación: debe hacerlo sola.
Contrae todos sus músculos, inspira profundamente y de un tirón consigue liberarse.
Recupera lentamente el ritmo respiratorio mientras con el pañuelo se seca los rastros de transpiración.
Con un último esfuerzo se pone su viejo jogging y recoge del piso el motivo de sus tribulaciones y causa de todos sus aprietos. Se endereza, toma su bolso y lo más dignamente posible, sale con el vaquero en la mano.
Sin una palabra se lo entrega a la flaca y con paso firme sale a la vereda, al tiempo que escucha decir en un susurro:
- Gorda forra. Se pasó media hora en el probador y al final no compró nada.
Llenó sus pulmones con todo el aire de la ciudad y se metió en el bar de la esquina a tomarse un buen café con leche con muchas medialunas!

miércoles, 26 de agosto de 2009

lunes, 24 de agosto de 2009

Sin coraza




Me gustas sin coraza…
porque te hace libre,
porque te proyecta,
te acerca, me invita.

Porque te desnuda,
te expone, me excita.
Porque tus palabras
intiman, confiesan.

Quereme sin coraza,
sin escudos…
desarmado.
Conmigo no precisas
las defensas, la armadura,
el peto, el espaldar…

Inútiles las armas,
los amparos.

Se siente mejor
cuando se siente

…sin reparos।



lunes, 17 de agosto de 2009

El Último

Te veías tan hermosa, con tu piel blanca, nívea diría… Tus ojos siempre bellos rehuyendo los míos. Por más que intenté no conseguí una mirada tuya.
Nunca reparaste en mí. Lo sé. Suelo pasar desapercibido, pero tu indiferencia me exasperaba. Si al menos me hubieras despreciado… como otros que me condenan por mis obligaciones. Pero no, ni siquiera me regalaste tu desdén.
Esperaba verte pasar por los pasillos, espiando por la puerta entreabierta. Cuando aparecías la luz que emanabas me quemaba los ojos. ¿Cómo se puede amar tan ciegamente? Sin esperanza, sin más alimento que el íntimo deseo de ser descubierto, de esperar el milagro de una mágica revelación que te hiciera saber de mi amor perfecto, de mi pasión sin estrenar, esperando solo por ti.
Y ahora estás aquí… amor mío… solo mía. ¡Existen los milagros! Por fin sabrás de mis deseos, de mi contenido frenesí. Exploraré cada rincón, con morboso arrebato, tus secretos me inundarán. Mis manos te recorrerán sin tregua. Tu más recóndita intimidad me ha de pertenecer. Tendré de ti lo que nadie tuvo. Y tú… entregada. Tendida a mi merced, con expresión taciturna. Sé que me deseas. Tus labios sellados para siempre no lo dirán, pero yo lo sé. Lo dicen tus entrañas, tu sangre, el mudo grito de tu voz.
Supe esperar… Seré yo quien firme el triste papel que certifica las causas de tu muerte. De aquí te conducirán al crematorio y todo habrá de terminar.

Fui el último en verte amor mío…Te veías tan hermosa, con tu piel blanca, nívea diría… Tus ojos siempre bellos rehuyendo los míos। Por más que intenté no conseguí una mirada tuya…









miércoles, 5 de agosto de 2009

Otras manos




Tus manos…
Tus manos hacedoras…
En las líneas dibujada la próxima creación.
Y en el dibujo, el trayecto, el destino que cimbrea,
que se bifurca, se ahonda.
El destino …sin tino…
enajenada autopista de la imaginación.
Ríos abiertos que humedecen
y secan…
Arañas, raíces, nudos, cicatrices…
Vías, senderos, grietas, derroteros.
Trazos alocados de un sinlápiz gris,
huellas de serpientes, que ondulantes
surcan…
Cartografía sin mapa y sin escala.
Viaje.
Líneas con líneas…contacto…
Tus líneas y las mías…estudiándose…
descubriéndose… reconociéndose…
enlazándose…

… qué aventurado…