
Suelen abandonarme por amor…
Primero la sorpresa, luego la curiosa
tentación del “¡no puede ser!”,
después la pasión irrealizable.
Un día… o no, la confesión
y más tarde… o más temprano
el adiós.
A veces piadoso,
otras cobarde, silencioso.
Alguna voz… interna o no
da el consejo irrevocable:
¡Dejala…No es para vos!
da el consejo irrevocable:
¡Dejala…No es para vos!
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